Ya sabemos que consumir AOVE crudo tiene grandes beneficios para la salud como la prevención de enfermedades degenerativas y de envejecimiento. Además, es uno de los pilares fundamentales de una de las dietas más sanas: la mediterránea. Pero… ¿y si además de utilizarlo para dar un toque de sabor a nuestros platos, lo usamos para freír?
En 2019, un estudio publicado por la revista científica Antioxidants concluye que utilizar AOVE para cocinar mantiene los niveles de antioxidantes considerados saludables. Al tratarse de un aceite rico en ácido oleico, está más protegido de la oxidación que los aceites de semillas, lo que lo convierte en una opción muy buena para someterlo a altas temperaturas.
Junto con las propiedades propias del AOVE también encontramos un atractivo innegable para nuestro propio disfrute, y es el rico sabor que aporta a los alimentos, además de potenciar sus propiedades y enriquecerlos con sus vitaminas y antioxidantes.
Otra de las ventajas culinarias más significativas es que el proceso de freír es más rápido, por lo que los alimentos pierden menos nutrientes. Y no solo es más rápido, sino que el AOVE es el que mejor aguanta altas temperaturas, llegando hasta los 180ºC sin alterarse ni degradarse.
¿Quieres saber cómo conseguir una fritura perfecta con aceite de oliva virgen extra? ¡Anota los siguientes consejos!
- No mezclar aceite con otras grasas como manteca, mantequilla, tocino, otros aceites…
- El AOVE puede reutilizarse hasta 4 ó 5 veces siempre que no esté quemado o alterado. Una buena recomendación es filtrar o colar el aceite previamente calentado.
- Una vez hayas freído un alimento rebozado, es preferible no taparlo para que no se reblandezca la capa crujiente.
- No calientes el aceite hasta que eche humo, pues eso es un indicador de que estamos llegando a un punto crítico en el que el aceite empezará a quemarse.
- Asegúrate de que los alimentos que vayas a freír estén secos, para evitar que salpique y suelten agua.
- Para freír o saltear verduras u hortalizas que contienen mucha agua, es mejor no superar los 145ºC.
Ahora que has descubierto que el AOVE es un candidato ideal para nuestra cocina diaria, ¿qué variedad vas a escoger para tus próximas elaboraciones?
