Un tradicional dulce francés al que solo le vemos una pega… una vez empiezas, ¡no podrás parar de comer!
Por eso, asumiendo que es adictivo, os proponemos una receta casera más sana. Con todo el sabor del brioche tradicional y todas las propiedades del aceite de oliva virgen extra.
Ingredientes
- 500g de harina de fuerza
- 10g de levadura de panadero
- 10g de sal
- 100g de miel
- 70g de AOVE Arbequina
- 2 huevos y 2 yemas
- 150 ml de agua a 46ºC
Para pincelar
- 1 yema
Preparación
- Colocamos la harina en el bol de la amasadora y, sin dejar de remover, agregamos la levadura, la sal, la miel, el AOVE Arbequina, los huevos y las yemas.
- Agregamos poco a poco el agua a 46 ºC mientras mezclamos a velocidad baja.
- Seguimos amasando a velocidad media/baja hasta que la masa sea lisa, brillante y ya no se pegue a nuestras manos.
- Dejamos reposar la masa unos 5 minutos.
- Formamos una bola y la colocamos en un bol engrasado. Cubrimos con film de plástico y dejamos levar a temperatura ambiente hasta que duplique su tamaño. Consejo: mínimo 2 horas.
- Volcamos la masa sobre la encimera y golpeamos un par de veces para quitar el exceso de gas.
- Dividimos la masa en 3 partes iguales y las estiramos con ayuda de un rodillo.
- Colocamos los tres rollos sobre en un molde forrado con papel vegetal, lo metemos en una bolsa de plástico grande y lo dejamos levar una hora.
- Precalentamos el horno a 175ºC calor arriba y abajo.
- Batimos la yema de huevo y pincelamos toda la masa.
- Horneamos 10 minutos a 175ºC. Pasado este tiempo bajamos la temperatura del horno a 150ºC y horneamos 15/20 minutos, hasta que el brioche esté dorado y brillante.
- Dejamos enfriar y ¡listo!
El perfecto acompañamiento tanto para dulces como para salados.