Si alguna vez te has encontrado un aceite con aspecto turbio, probablemente es porque estabas ante a un aceite sin filtrar. Y es que la característica más especial de este aceite es que contiene micropartículas de hueso, piel y pulpa procedentes de la aceituna.
Esta apariencia se debe a que las aceitunas no pasan por la fase de filtrado final (como se realiza con cualquier otro aceite), por lo que no se decantan las partículas más pesadas. Es por esto que el zumo tiene un aspecto revuelto, debido a esas partículas que no se han separado y quedan en suspensión. Además, como consecuencia del rápido proceso de elaboración, este aceite sin filtrar contiene un 3% más de polifenoles que si hubiese sido filtrado, lo que aumenta su poder antioxidante.
¿Cómo se conserva y consume el aceite sin filtrar?
En Benizar elaboramos nuestro aceite sin filtrar con la primera cosecha, marcando así un inicio de temporada con un aceite intenso de aceitunas recién recolectadas en nuestros campos durante el mes de octubre y noviembre.
La velocidad de oxidación de nuestro aceite Benizar Sin filtrar es mayor debido a la fermentación de las micropartículas, por lo que se aconseja un consumo inmediato no debiendo pasar más de 6 meses desde su envasado. Y, como cualquier aceite, intentaremos siempre guardarlo en lugares oscuros al que no llegue la luz directa.
En cuanto a su consumo, estamos ante un aceite de sabor puro e intenso; una opción muy atractiva si buscas aportar una gran cantidad de sabor en crudo. Con las tostadas o como aliño para platos suaves son nuestras opciones favoritas para degustar nuestro aceite sin filtrar.
¿Te gustaría probarlo? En Benizar acabamos de realizar la primera cosecha y ya están disponible nuestros primeros aceites Benizar Sin Filtrar de la temporada.