En toda cocina que se precie podemos encontrar varios formatos de aceite para distintos usos. Y es que en España utilizamos aceite, de una forma u otra, en la mayoría de nuestros platos. ¿Pero cómo se debe conservar el aceite para mantener sus propiedades y alargar su vida útil?
El aceite de oliva es un producto que está fácilmente expuesto a varios factores que pueden mermar sus propiedades. El principal detrimento es la oxidación, causada por el calor, la luz y el aire. En este artículo te contamos cómo impedir la oxidación y proteger nuestro aceite de estos agentes.
El calor
Es muy habitual que situemos la botella de aceite cerca de la zona de los fuegos para tenerla más a mano y usarla al gusto. Sin embargo, esto es un error si queremos mantener nuestro aceite en perfectas condiciones.
Las temperaturas superiores a los 24ºC provocan que el aceite comience a degradarse, por lo que es mejor guardarlo en un lugar más fresco y seco. Lo ideal es mantenerlo a temperaturas entre los 18 y los 23ºC.
Al igual que el calor puede estropear la calidad del aceite, con el frío sucede lo contrario; ayuda a su conservación y aguanta muy bien las temperaturas bajas. De hecho, los aceites que están a baja temperatura, podemos observar que presentan un aspecto turbio (similar al no filtrado) y con motas solidificadas en el fondo del envase. Esto no se trata de un defecto del aceite; sino un efecto debido al punto de congelación de determinados componentes que se solidifican a esa temperatura, poniéndose normal nuevamente a temperatura ambiente. Es algo muy habitual y natural del aceite conservado en bajas temperaturas.
La luz
La luz solar y la luz difusa producen fotooxidación en el aceite. Por eso es preferible utilizar envases opacos u oscurecidos. Mientras que las garrafas suelen guardarse en lugares no visibles de la despensa por ocupar mayor tamaño, los aceites más pequeños destinados a disfrutar en crudo suelen colocarse en la mesa o encimera. Por ello en Benizar toda nuestra gama de aceites de mesa está envasado en vidrio oscuro para que pueda estar expuesto sin penalización a la luz que pueda entrar por la ventana.
Aunque si prefieres tener el aceite en un recipiente transparente para apreciar su intenso color, te recomendamos que lo guardes a buen recaudo en la despensa o en un armario al terminar de usarlo.
El aire
Cuando hablamos del aire, hablamos del contacto del aceite con el oxígeno. Es normal que cuando una botella está más vacía, y por lo tanto tiene más espacio para el aire, se potencie el proceso de oxidación. Por este motivo es muy importante buscar recipientes con buen sistema de cierre que dificulten la entrada de oxígeno al interior.
Un truco es que, cuando la botella esté casi vacía, traspasemos el aceite a un envase de tamaño más reducido. De esta manera, nos aseguraremos de que habrá menos aire dentro de la botella.
Dicho esto, ya puedes buscar el hueco perfecto en la cocina para atesorar tu aceite y que mantenga sus ricas propiedades por mucho más tiempo.
También comentarte que todos nuestros productos Benizar están resguardados en un almacén o dentro de sus cajas a buena temperatura y sin luz directa, para que no sufran la oxidación, listos para ser enviados a tu casa sin intermediarios.
¿Qué aceite te apetece tener en tu cocina?
